Verónica Juzgado, originaria de Toledo, llegó a Bruselas en agosto de 2014 para trabajar como Secretaria Ejecutiva de Global Greens (los Verdes Mundiales). Licenciada en Sociología, con la especialidad en Psicología Social. Ha colaborado con el Instituto Nacional de Estadística (INE) y en el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Trabaja apasionadamente por la idea de la consolidación de un movimiento verde y democrático en todo el mundo. Estrena mandato en el Consejo de Residentes como consejera electa, vamos a conocerla un poco mejor a través de esta entrevista:
Veronica, cuéntanos cuál fue tu motivación para venir a vivir a Bélgica y cuál era tu situación laboral antes de emigrar.
Antes de venir a Bélgica vivía en Madrid, donde había estudiado Sociología y había comenzado a trabajar. En los últimos años, la situación laboral general no era buena; y tampoco lo era para mi profesión, que de hecho, es poco conocida y aún menos valorada en nuestro país. A pesar de eso, estuve trabajando, aunque de manera intermitente. Colaboré con universidades y centros de investigación; trabajé en empresas privadas -aunque mayormente en trabajos temporales para los que estaba sobrecualificada-; y como de becaria. La mayoría de los empleos que se ofrecían eran muy precarios. Y además, lograr uno de esos trabajo temporales, mal remunerados y/o poco atractivos era ya considerado “tener suerte”. Vista las pocas expectativas, eché algún currículum fuera de España. Mi lugar preferido para emigrar era Bruselas. Como sede de las instituciones de la Unión Europea me atraía profesionalmente y pensaba que podría encontrar más oportunidades relacionadas con mi perfil. Me transladé a Bruselas porque logré obtener un contrato, por un tiempo determinado, en la oficina de Global Greens (los Verdes Mundiales), la red internacional de los partidos verdes. Aunque también en jornada parcial, me pareció una oportunidad muy interesante y valiosa.
¿Cómo describirías tu experiencia en Bélgica?
El hecho de ser un país europeo me ha facilitado muchas cuestiones desde el primer momento, tanto a la hora de fijar mi residencia, como a la de trabajar, asuntos que otras personas sin nacionalidad europea tienen muchas dificultades. Sin embargo, los procedimientos administrativos en cuestiones como el empadronamiento, la seguridad social, los impuestos… me supusieron bastantes dificultades.
Bélgica en país multilingüístico, con tres regiones y tres lenguas oficiales y con muchas peculiaridades. Bruselas es una ciudad dinámica y multicultural y no he tenido apenas la sensación de ser “extranjera”. Me comunico en inglés, o en francés, lengua que estoy aprendiendo sobre todo estos últimos años. Me gusta vivir aquí, aunque la falta de luz, un invierno tan largo y tener a mi famila y amistades algo lejos, lo hacen más difícil. Por otro lado, aún mantengo la sensación de incertidumbre constante sobre el futuro próximo.
¿Cómo joven emigrada: cuales son los pasos que debería dar alguien que acaba de llegar a Bélgica y qué les recomendarías (comuna, registros, buscar trabajo..)
En primer lugar, gestionar lo relacionado a su residencia. Si aún no tiene un lugar donde vivir, le recomendaría echar un vistazo a las ofertas publicada en grupos de Facebook, así como en agencia inmobiliarias. Una vez tenga un sitio de residencia, es importante registrarse en la comuna, cuya administración pertenezca a su zona. Esto equivale a lo que conocemos por empadronamiento. Este proceso tomará probablemente varios meses.
Con respecto al sistema de salud, en Bélgica es un híbrido entre financiación pública y gestión privada. Es obligatorio tener un seguro de salud. Para ello, hay que formar parte de una mutua. Es importante conocer cómo funciona para gestionar correctamente los pagos que se realizan en cada visita médica. Existe un modelo de centro médico autogestionado de atención primaria llamado “Maison Médicale” que no es muy conocido, pero que en mi experiencia es lo más parecido a un centro médico como lo conocemos en España. Recomiendo buscar el más cercano y solicitar más información.
Para buscar trabajo, es siempre recomendable combinar distintos medios y herramientas, tanto presenciales como online. Por Internet, podemos apuntarnos a plataformas de empleo, enviar candidaturas espontáneas y visitar y preguntar en grupos de españoles en las redes sociales. También podemos acercarnos presencialmente hasta agencias de trabajo. El organismo para el empleo en Bélgica se llama Actiris, donde podremos apuntarnos como demandante de empleo. Existen antenas en todas las comunas que nos pueden orientar y apoyar en nuestra búsqueda. Para algunos trabajos, el idioma puede ser muy importante. Será siempre un punto a favor conocer al menos alguna de las lenguas oficiales, además de cualquier otra.
También existe una serie de asociaciones y organizaciones españolas que ofrecen servicios de orientación y apoyo. Recomiendo estar en contacto con la Comunidad española para aclarar dudas. Igualmente, hay organizaciones belgas, como BAPA (Bureau d’Accueil pour Primo-Arrivants) que hacen un trabajo de ayuda y acompañamiento a las personas recién llegadas, sin importar su origen o edad.

Hoy en dia hay mucha gente que está llegando a nuestro país de acogida pero que decide no registrarse en la matrícula consular del Consulado, como CERA, explicanos ¿Por qué decidiste registrarte?
En muchos casos, las personas que emigran no saben cuál será la duración de la estancia y ese es uno de los motivos que les frena a inscribirse en el Consulado. Otras veces, se trata de desconocimiento o miedo a perder los derechos en nuestro país de origen. Un miedo que no es meramente infundado. En el año 2014 se modificó el artículo 53 de la Ley General de Seguridad Social, poniendo en peligro el derecho a las prestaciones sanitarias a las personas con estancias superiores a tres meses en el extranjeros.
En el Consulado, hay dos posibilidades de inscripción: se recomienda inscribirse como residente y en el CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes), – que causa baja en el padrón en España-, si la residencia en el país de acogida se espera que sea mayor a un año; o como transeúnte (ERTA) si es menos de un año. Para las personas que vayan a residir por un periodo breve, la inscripción más adecuada es la de transeúnte, ya que no causa baja en el padrón municipal y puede ser útil en un momento dado, además de que la inscripción es fácil y gratuita.
En mi caso, pero con cierta confusión, la primera vez que pasé por el Consulado, me escribí en el CERA. El motivo principal para registrarme fue que quería votar desde Bélgica en las elecciones venideras. También me preocupaba que pudiera ser convocada para un jurado popular o una mesa electoral en España. Estando inscrita, estas convocatorias no se producen. Por otro lado, en el caso de que necesitará renovar mi documentación, sería más fácil y rápido estando inscrita previamente. Por último, esta inscripción me asegura protección y asistencia consular en caso de situaciones excepcionales.
¿Cuál ha sido tu experiencia con el Consulado y qué propondrías para mejorar sus servicios al público?
A pesar de la extensa Comunidad española residente en Bélgica, sólo existe un Consulado, en la ciudad de Bruselas. Los horario de atención se dan en días laborales, por la mañana. Esto complica mucho la asistencia de personas que no viven en la capital y que tienen que viajar hasta allí, perdiendo una jornada completa. Es bastante habitual encontrar colas para ser atendida en la ventanilla. No existe ningún procedimiento de espera y a veces se producen situaciones muy desagradables en relación al orden de llegada de quienes esperan ser atendidas.
La apertura del Consulado, al menos una tarde a la semana y un sábado por la mañana, así como un sistema de orden en los turnos son propuestas que considero importantes para mejorar y ampliar los servicios del Consulado.
En general, mi experiencia en la atención en el Consulado ha sido buena y, a pesar de la gran carga de trabajo que tienen, la disposición del personal me ha parecido positiva. He echado de menos información más precisa y personalizada, como por ejemplo en el caso de mi inscripción en la matrícula consular.
Según datos muy recientes publicados por el Departamento de Migraciones de UGT, mientras que entre el 2011 y el 2017 la población española en el exterior se ha incrementado un 41,3%, el presupuesto dedicado a atenderles se ha reducido en un 50,7%. Las consecuencias de este recorte en los presupuesto los padecemos muchas personas.
¿Por qué decidiste presentarte a las elecciones del CRE y qué crees que puede aportar el Consejo de Residentes a la comunidad española en Bélgica?
No conocía la existencia y función del Consejo de Residentes en Bélgica hasta el año pasado. Cuando conocí su actividad, pensé que era una manera útil de involucrarme en la vida política española en Bélgica. La labor principal del CRE, es escuchar a la ciudadanía española y acercarla a las instituciones españolas. Los/as consejeros/as que componemos el CRE trabajamos, de manera voluntaria, sobre cuestiones que afectan a la Comunidad española en el exterior, tales como derechos civiles y laborales, acción educativa, social y cultural. Además de eso, se trata de facilitar información, orientación y apoyo a las personas que lo requieran. También, a través de la participación del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (el super CRE), podemos influir en cuestiones como la ley del voto rogado, para trabajar por su derogación, así como otras cuestiones de calado en relación a derechos sociolaborales de los españoles, pensiones, ayudas de retorno, etc.

Por último, ¿cuáles serían tus recomendaciones para que el Consejo no olvide ninguna de las necesidades prioritarias ni tampoco a las minorías que viven en Bélgica?
Lo primero que tenemos que hacer es conocer la realidad y las diferentes situaciones de la migración española. Para ello, es necesario estar en contacto con la Comunidad española, independientemente de su origen, edad o ideología; y escuchar lo que las personas y asociaciones nos comentan, sus problemas, deseos e inquietudes. En ocasiones, tendremos que buscar activamente a esta población, y mostrarnos abiertos y disponibles para nuevas formas de relación y comunicación, acordes a las necesidades que nos señalen. Es importante promover la participación de la ciudadanía y tener presente que es la ciudadanía en el exterior quien tiene que marcar su propia agenda. De hecho, existen muchas grupos y asociaciones haciendo labores fundamentales de sustento e integración de la Comunidad española en Bélgica. Es muy importante reconocer su trabajo, apoyarlas y aprender de ellas.
Por nuestra parte, será fundamental que seamos capaces de transmitir apertura y transparencia en el trabajo que desarrollemos. Por ejemplo, en la publicación de nuestras actas o en la convocatoria de Asambleas abiertas. Por último, me parece fundamental tener conexión con la migración española de otros países y continentes y crear redes que nos permitan organizarnos mejor. Y más allá de nuestra nacionalidad o el país donde residimos, tenemos que trabajar conjuntamente para que los derechos no tengan fronteras en nuestro mundo.